Suprime gran parte de las regulaciones, simplificando al máximo las propuestas de zonificación y vialidad estructurante. Abandona los principios del PRIS y se transforma en un nuevo instrumento metropolitano. Se basa en la ideología económica imperante, asumiendo que el mercado es el sistema más eficiente para regular el crecimiento inmobiliario de la capital (oferta y demanda). El límite urbano se amplía considerablemente, incorporando casi todo el territorio comunal de Pudahuel, San Bernardo, La Pintana y Maipú. En este plan se inicia la diferenciación entre los territorios urbanizados y los urbanizables, siendo los segundos los encargados de recibir el crecimiento metropolitano.